La cepa insigne de Chile, nuestro querido Carmenere que por mucho tiempo fue confundida con el Merlot hasta 1994, guarda secretos conocidos, a veces, sólo por expertos, pero hoy los vamos a revelar.
El Carmenere tiene un alto nivel de pirazinas, un compuesto aromático que se da como resultado de aromas que comúnmente emana esta cepa como el chocolate, hojas de tomate, pimienta negra, eucaliptus y pimiento morrón.
Además, este tipo de vino tiene un sabor tan versátil se combina con otras cepas.
Generalmente, en Chile, la mayoría de los vinos Carmenere son una mezcla de 85% y 15% de otra cepa, esto es porque por su sabor y aroma, cuando se le incorporan otras variedades el vino gana más complejidad y estructura.
Al Carmenere no le gusta el agua.
El exceso de agua durante el periodo vegetativo, lo que contribuye a formar aromas vegetales muy marcados de tipo pimiento verde. Los enólogos subrayan que el Carmenere exige mucha atención en la viña, pero sobre todo de condiciones climáticas específicas y geológicas, entre otras un buen equilibrio de los días de sol y lluvias, días cálidos y noches frías.
Sin duda, desde que esta cepa fue descubierta en el país, la cantidad de hectáreas cultivadas creció significativamente y se han identificado, según expertos, los mejores suelos para plantarla.
Si quieres descubrir más secretos, conócelos de a poco con cada línea Piernas Largas de Carmenere: vinos de entrada, Reserva y Gran Reserva.